Las medidas aislacionistas funcionaron en otras pandemias y epidemias -#LoMásCurioso
La peste mediterránea de 1647 demuestra los efectos positivos del confinamiento
Inés Romero. Requena 31/03/2020
31 de marzo de 2020. Ya han pasado más de dos semanas desde que todos los requenenses comenzamos a vivir un periodo excepcional de medidas de aislamiento debido al estado de alarma decretado en todo el país. Sin embargo, si se echa la vista hacia atrás, se puede comprobar que esta no es la primera pandemia o epidemia por la que pasamos, pues las pestes, viruelas, cóleras, gripes, entre otras, al igual que la COVID-19, han marcado un antes y un después en la historia.
Requena siempre ha sido una localidad con unos buenos sistemas de alerta e información que han permitido la adopción de medidas preventivas para asilar y poner en cuarentena a la población. Estas normas permitieron evitar algunas epidemias o superarlas sin resultados tan graves como en otros municipios.
Requena y su situación geográfica favorable
Requena tiene una posición periférica respecto a Castilla y está separada de ella por el río Cabriel. Asimismo, está lo suficientemente alejada de Valencia con el escalón altitudinal de la sierra de las Cabrillas. Todo esto fue muy favorable para poder implementar medidas de prevención contra la peste y conseguir que los efectos que esta epidemia provocase fuesen mucho más leves.
Los sistemas de alerta
La peste podía llegar desde el área mediterránea o desde Castilla. Requena estaba alertada por ambos lados, normalmente por medio de correo u órdenes dirigidas al corregidor, un funcionario real cuyo oficio comprendía varios ámbitos, desde el provincial hasta el municipal.
El Consejo de Castilla avisaba a Requena de la existencia de peste en Valencia y de la obligación que tenía la ciudad más importante de la costa valenciana de tomar precauciones tanto en el puerto como en la aduana. Otras veces, era la propia Requena que, sin recibir información de ningún lado, averiguaba la veracidad de los rumores sobre el estado sanitario de la zona.
Características de la peste
«Actualmente, se sabe que la peste es una zoonosis, es decir, una enfermedad transmitida por los animales y producida por el Yersina Pestis, una bacteria descubierta en 1894, al ser aislada en Hong Kong (China). Este bacilo era transmitido por las pulgas y otros parásitos de las ratas grises y negras. La enfermedad se declaraba súbitamente, con fiebre alta, escalofríos, náuseas, sed, agotamiento físico y temblores. Muchas personas morían a los pocos días de contraerla, calculándose entre un 40 % a un 90 % de mortalidad» (Ana Luisa Haindl U., 2011).
La peste mediterránea de 1647-1648
La peste mediterránea de 1647-1648 irrumpió con una gran virulencia en Valencia. El Consejo de Requena siguió con atención lo que estaba ocurriendo en esta ciudad. Empleó varios medios para averiguar la realidad de la situación y establecer así las medidas adecuadas. Además, Requena tuvo un gran papel, pues actuó como frontera para que la peste no se introdujera en Castilla.
El cinturón sanitario iba más allá de Requena, ya que había que vigilar los correos a pie y a caballo que eran necesarios para no interrumpir la comunicación de la Corte con los reinos, pero eran un peligro de contagio.
La actuación de Requena
En octubre de 1647, el Real Consejo de Castilla no había ordenado nada respecto a estafeta y correos. Por ello, el propio municipio de Requena decidió que no entrara el correo y que el maestro de postas se llevara los caballos fuera del casco requenense.
Con la peste en aumento en Valencia, el Consejo de Castilla intervino para garantizar la salud de la Corte y el monarca. Se realizó un cordón sanitario que se extendiera hasta Arganda, Moya y Requena, los puntos principales de acceso a la capital. También se extremaron al máximo las normas con respecto al correo a pie y estafeta, donde Requena jugó un papel muy importante, dado que los pliegos debían hornearse en este municipio durante 6 u 8 horas con plantas aromáticas, para conseguir que las comunicaciones llegaran hasta Madrid.
Estas medidas de aislamiento tomadas en Requena durante la peste mediterránea de 1647-1648 consiguieron que la enfermedad redujese su impacto negativo.
Con esto, debemos reflexionar y comprender que, por muy difícil que sea permanecer en aislamiento, debemos hacerlo por el bien de todos para conseguir que la COVID-19 no se extienda más y poder volver con nuestra vida normal lo antes posible. Quedémonos en casa.
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